Resumen:
En medio de un mundo cada vez más globalizado, la máxima aspiración de la
Revolución cubana es la formación de un hombre integral, que esté en condiciones
de afrontar creadoramente los retos del futuro con una mentalidad cultivada y abierta,
pertrechado de valores éticos que le permitan defender la dignidad humana y las
conquistas de la Revolución. Es indiscutible que fomentar el desarrollo del
pensamiento lógico y creativo en el hombre se convierte en una de las vías para
contribuir al logro de tal aspiración.