Resumen:
El directivo para realizar su actividad debe estar preparado en temáticas de dirección,
específicamente en comunicación y tener una cultura general en esta ciencia. Esto se
explica, ya que dirige y es dirigido y tiene que realizar funciones de dirección. Además
en su quehacer diario debe tomar decisiones, solucionar conflictos, apelar a la teoría del
liderazgo, así como realizar un diagnóstico de los directivos, docentes, trabajadores no
docentes, estudiantes y del medio que lo rodea. Todo ello lleva implícito una
comunicación eficiente que permita la competitividad en su desempeño. A partir de
presupuestos teóricos y metodológicos asumidos, se propone una concepción para
determinar el papel que corresponde a la dirección científica en la actividad pedagógica
profesional de dirección de los directivos, ante sus retos y perspectivas. En este sentido
se precisa que el logro de un desarrollo institucional y comunicativo, parte de una
dirección estratégica que resulta el objetivo fundamental a lograr. En las instituciones
educativas, este proceso conlleva al desarrollo profesional de los individuos y grupos
que allí funcionan. La experiencia cubana y de la inmensa mayoría de los países
latinoamericanos apunta hacia la designación de “dirección” y ¨comunicación en los
procesos directivos¨, de los centros de educación.