Resumen:
El proceso en el cual el hombre adquiere su plenitud, tanto desde el punto de vista
educativo como instructivo y desarrollador, es el proceso formativo. Este se proyecta en
tres dimensiones, en tres procesos con funciones distintas: el educativo, instructivo y el
desarrollador. Ellos interactúan en todo espacio y momento, por lo que deben ser vistos
de manera única e integradora y solo se separan para su estudio. Lo expuesto permite
aprobar la idea que para evaluar la calidad del aprendizaje de la Historia, en la Educación
Superior, es necesario en primer lugar concebir esta actividad como un proceso y no
como un momento, pues como se planteó el hombre adquiere su plenitud en un proceso
el de aprendizaje en la vida y para la vida. Es posible afirmar que la concepción del
estudio parte del análisis objetivo, consciente y con un enfoque de proceso, de la
actividad de evaluación de la calidad del aprendizaje de la historia. Para estos propósitos,
se define qué se entiende por evaluación y qué por calidad en educación y a partir de ella,
derivar la definición de aprendizaje contextualizado a la enseñanza de la historia en la
Educación Superior y con sus particularidades. También se analiza la problemática,
planteando criterios para colocar el aprendizaje de la historia a la altura de las exigencias
actuales que se le plantean al sector educacional.