Cuba es actualmente uno de los países más envejecidos de América Latina, lo que trae consigo que el ordenamiento jurídico brinde una protección adecuada a los ancianos. La capacidad de obrar de estas personas puede verse limitada o restringida por determinadas cuestiones, colocándolas en una situación especial de sujeción a ciertos mecanismos de guarda. Para la protección de estas personas, ya sea en el ámbito personal o patrimonial, no se exige acudir a un proceso de modificación de la capacidad, sino que existen otros instrumentos respetuosos con su capacidad natural y libre desarrollo de su personalidad, tales como la guarda de hecho. La necesaria y urgente adaptación de nuestro ordenamiento jurídico a la Convención de los derechos de las personas con discapacidad exige que se revisen las instituciones clásicas de protección. A estas exigencias da respuesta la siguiente investigación , consagrando, la guarda de hecho como una verdadera institución de protección, dotándola de un régimen jurídico que debe establecer los mecanismos que faciliten la legitimación del guardador para realizar actos en beneficio de la persona ,para evitar los abusos, respetando, el principio que se impone como el núcleo y eje de la nueva regulación y la voluntad de la persona.
Nowadays Cuba is one of the countries with a most ageing population of Latin America, which brings about that the juridical legislation offers a proper protection to the elderly people. The acting ability of these persons can be limited or restricted by certain factors, putting them on a special situation of subjection to certain guard mechanisms. To protect these people, either in the personal or patrimonial environment, it is not demanded to turn up to an ability modification process, but there are other respectful instruments with their natural ability and free development of its personality such as the fact of the guard. The necessary and urgent adjustment of our juridical legislation to the Convention of the rights of people with disability demands a revision of the classic protection institutions, the principles that justify its functioning and the rules that must be followed by people who practice the measures. The present research gives answers to these demands, making the fact of guard as a real protection institution, giving it a juridical regimen which establishes the mechanisms that make easier the legitimization of the keeper to carry out actions in benefit of the person. At the same time there is the proper guarantee to avoid the abuse, respecting, in all case the principle that applies as the center of the new regulation, the willingness and preferences of the person.