Resumen:
Entre los principales recursos de que dispone el hombre están los sistemas de suelo
y agua, así como el reino vegetal y animal asociados a ellos, por lo que no se debe
provocar su degradación o destrucción, porque la existencia del hombre depende de
su constante productividad. Reconociendo la suprema importancia del suelo para la
supervivencia y el bienestar de los pueblos y la independencia económica de los
países, así como la necesidad cada vez mayor de aumentar la producción
alimentaría, es absolutamente necesario dar gran prioridad al fomento de un uso
óptimo de dichos recursos, al mantenimiento y el mejoramiento de la productividad
de los suelos y a la conservación de los recursos edafológicos (FAO, 1992)