Resumen:
Este trabajo, al servicio de niños y maestros, demuestra cómo los cuentos de
La Edad de Oro, simplificados en un texto denominado Mi Pequeña Edad de
Oro, pueden ser mejor comprendidos por nuestros pequeños, que se inician en
el conocimiento de la obra del Maestro, estimulándose su lectura y el
pensamiento reflexivo. En ningún momento se desvían las ideas esenciales de
sus cuentos, pero se ajustan conceptos y frases, adecuándose algunas
metáforas y eliminando largas descripciones. Demuestra además que Martí
debe escucharse o leerse, pero no narrarse en nuestras aulas y otros marcos
escolares. La observación, la encuesta y la entrevista, el análisis y la síntesis,
el cálculo porcentual y otros métodos de investigación ofrecieron resultados
eficientes, trabajados según una alternativa diseñada con carácter
interdisciplinario, pone en función las asignaturas del currículo y los diferentes
docentes del colectivo, consiguiéndose una enseñanza más práctica,
protagónica y educativa; sin distorsionar los cuentos, en la propia palabra
martiana, sin romperse la comunicación Martí-niño. Además, constituye una
premisa motivadora para incursionar a partir de tercero o cuarto grados en la
obra original del Apóstol