Resumen:
El desarrollo y perfeccionamiento de las capacidades del hombre ha constituido por años
y en diferentes sistemas socio-económicos un objetivo esencial, que se fundamenta en la
convicción de que es el hombre el artífice del progreso social y en la consecuente
necesidad de aprovechar de forma óptima su fuerza creadora y transformadora.
Las capacidades y la inteligencia humana constituyen un recurso inagotable de cada
pueblo, por lo que es una obligación de la sociedad invertir fuerzas en su desarrollo y dar
una dirección científica y consciente a estos esfuerzos