Resumen:
Cuando en los años iniciales de la Revolución, con el esfuerzo y el sacrificio épico
de miles de jóvenes cubanos, se declaró a nuestro país “Territorio Libre de
Analfabetismo”, se daba comienzo a otra Revolución no menos heroica, justiciera y
memorable que aquella que había bajado de la Sierra Maestra: la Revolución de la
cultura, del saber, del libro, la lectura y el pensamiento