Resumen:
El sector empresarial cubano necesita ser dirigido con una nueva y revolucionaria mentalidad, que lo guíe en esta ardua batalla para enfrentarse a un entorno cada vez más agresivo. La dirección estratégica como actitud está llamada a desempeñar ese rol, convirtiéndose de hecho en un proceso gerencial que conlleva al cambio en las formas de pensar y actuar. Se requiere entonces, para lograr la recuperación de la empresa cubana actual, sobre bases sólidas que permitan eficiencia, eficacia y competitividad sostenida; de una proyección y dirección estratégicas de las mismas. Para alcanzar resultados eficientes en su gestión y para ser competitivas, las organizaciones deben contar con su estrategia elaborada e implementada, al menos para tres o cinco años